INVENTARIO DE RUTINAS:

 

MIS HÁBITOS EXTERIORES

 

 

 

INTRODUCCIÓN:

El proceso de auto-conocimiento incluye ciertas tareas prácticas, ineludibles, para hacer efectivo nuestro crecimiento. Nuestro vivir diario está sujeto, limitado y condicionado a "acciones rutinarias" tanto en la vivencia del mundo exterior o físico, como en el interior o psicológico, que conviene "inventariar" con el objetivo de perfeccionarnos y poder crecer psicológicamente.

 

Estos acciones rutinarias las ejecutamos como lo más normal del mundo y en general son de extraordinaria ayuda para vivir. Son funciones automáticas del sistema realizadas ciegamente, siguiendo un patrón, molde, modelo o plantilla, realizándolo con el mínimo esfuerzo. Pretendemos hacernos dueños de esas funciones mecánicas que, aunque en general son beneficiosas, en algunos casos constituyen obstáculo o resultan perniciosas, pero sobre todo están fuera de nuestra área de consciencia, de verlas, de estar iluminadas. Ya dijimos que en nuestro mundo interior nos movemos a ciegas. Este Inventario nos facilitará llevar luz a las zonas oscuras y poder rectificar aquellas áreas que sean obstáculo para nuestro crecimiento.

 

 

PRÁCTICA:                 

                       Entendemos por hábitos las acciones ordinarias que realizamos en el mundo exterior y repetimos diariamente. El hábito es un proceso compuesto y complejo, sujeto a determinantes más allá de él, son resortes mecánicos que actúan independientes de conciencia y voluntad.

         

                       Tenemos cientos de hábitos. Aunque los ejecutamos a diario no nos damos cuenta que existen, que son formaciones rutinarias, que podríamos actuar de otra manera, que el sometimiento a ellos (no nos damos cuenta de que estamos sometidos, esclavos de ellos) nos está impidiendo otras posibilidades, ensanchamiento y riqueza de si mismo.

         

         

Ficha de trabajo

 

                       Toma la opción de realizar un inventario de tus hábitos o acciones exteriores comunes. Para hacer esta tarea selecciona dos horas del día dentro de tu actividad cotidiana y ponte en actitud de observador.

                       

                       Utiliza un cuaderno o libreta para hacer anotaciones, resumidas, concretas y claras. Pon especial empeño en apuntar, en registrar los hábitos que vayas verificando. Posiblemente, al principio te exija esfuerzo; “no tienes hábito de hacerlo”. No te evadas diciendo “luego lo anotaré” o “ya me he dado cuenta de tal hábito y es suficiente con esto”. Anota. Anota. Lleva contigo la libreta. Sólo hacemos con gusto lo mecánico, los hábitos, las rutinas establecidas; somos especialmente propensos a rechazar lo nuevo, lo no rutinario.

                       

                       El inventario lo completarás a lo largo de varios días. Dedica únicamente dos horas diarias a esta tarea. Realiza esta labor dentro de tu actividad habitual. Estarás comenzando a llevar Consciencia (Luz) donde, seguramente, nunca llegó. Te darás cuenta que este ejercicio no es mecánico, que precisa de tu voluntad, de tu Ser, de tu opción de querer. Lo mecánico se realiza sin ese tipo de esfuerzo, las máquinas se mueven solas, los seres conscientes no son esclavos de su ciega mecanicidad.

         

                       Iniciaras tu labor de inventariar los hábitos exteriores y comunes, en su primer día, preferentemente en el momento de levantarte (las dos primeras horas), aunque si así lo decidiste el día anterior, cualquier franja del día es válida para realizarlo. Pondrás tu atención en lo qué haces y en cómo lo haces.

         

                       (Ejemplo: oigo el despertador y me levanto de un salto, me pongo las zapatillas y voy directamente al aseo. Anotaré: 1. Me levanto de un salto. 2. Zapatillas puestas. 3. Siempre salgo por el lado izquierdo de la cama. 4. Abro la ventana. 5. Me miro la cara en el espejo, ......)

         

                       Te sorprenderá descubrir muchas de tus acciones mecánicas, que repites a diario.

         

                       Aquellos hábitos o costumbres que observes realizas a diario, los anotarás en tu libreta: movimientos rutinarios, utilización de objetos, formas de saludar y relaciones concretas con personas, etc. etc. Los detalles que te parezcan triviales (y muy especialmente estos) también es preciso los registres.

         

                       Al día siguiente, o cuando tengas decidido seguir con tu inventario, continuarás con la hora 3ª y 4ª, y así los días sucesivos (de la 5ª a la 6ª, etc.).

         

                       Según vayas inventariando tendrás la tentación de modificar algunos de los hábitos o costumbres advertidos. Procura no realizar tal modificación ni tampoco supresión de los mismos. El ejercicio está exclusivamente destinado a la observación pasiva, sin buscar alteración de los “sensibles mecanismos psicológicos”.

                       

         Puedes, cuando así te parezca oportuno o deseable, repetir un periodo de tiempo ya registrado para comprobar no omitiste ningún detalle.

                       

                       Y recuerda: observa y anota, anota...

                       

 

 

 

 

 

Sugerencia para registrar en el inventario:

 

 

 

Fecha

 

Horas

de “x” a “y”

 

Número

 de hábitos

 

Anotación breve de hábitos exteriores

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

VOLVER